Fogtografía de Berta Cáceres
Berta Cáceres. Fuente: Wikipedia.

Este 3 de marzo fue asesinada Berta Cáceres en el barrio El Calvario de La Esperanza (Honduras). Hasta ese mismo día, para mi, Berta era una total desconocida, sin embargo, tras su asesinato me he quedado conmocionada por su injusta muerte y por ese desconocimiento que tenía de la que hasta ahora había sido su vida.

Una vez conocida algo más su trayectoria vital, no he podido evitar analizar este impactante suceso y llegar a la conclusión de qué lejos queda en la práctica la Economía del Bien Común. Sí, porque al final ¿qué ha matado a Berta Cáceres? Para mí, desde una perspectiva de creyente en la EBC como meta a futuro, podría decir que lo que le ha matado es un sistema económico capitalista, patriarcal y racista, como la propia Berta solía decir.

Por lo que he podido aprender de su biografía en estos días, su vida estaba entregada a la sostenibilidad de la vida en muchas facetas. Era madre de tres hijas y un hijo y era “custodio” de los ríos hondureños, en concreto del río Gualcarque, como la tradición indígena lenca dictaba y su propia madre le había enseñado desde que nació. Sin duda esa lucha por la sostenibilidad de la vida ha sido la labor que seguramente más éxitos y más desgracias le haya traído a su vida, visto su final. Porque ante tal encargo no se amilanó ante ningún estamento ya fuera el gobierno hondureño, ya fueran empresas multinacionales. Y, sí, son precisamente empresas como Desarrollos Energéticos SA (DESA), Sinohydro, Voith Hydro y Blue Energy las que pudieron poner en el ojo del huracán a Berta, porque su empeño por la protección de la naturaleza obstaculizó sus proyectos empresariales como el de Agua Zarca.

Pareciera que Berta Cáceres con su trabajo diario se había convertido en una propulsora de la Economía del Bien Común sin ella ser consciente. Ella, como guardiana de los ríos y los bosques, desde muy joven defendió tanto los derechos humanos de su etnia lenca y sus mujeres como los derechos de la naturaleza de la que procedía esta comunidad. En 1993 cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), entidad que con sus denuncias a muchas de las empresas las instaba a pensar en los principios que la EBC promulga: la dignidad humana del pueblo indígena lenca, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica y la participación democrática. Tanto es así, que desde hacía años, ella era participe y dinamizadora de asambleas comunitarias, entre otras muchas acciones colectivas, para que las mujeres y los hombres lencas tuvieran la información necesaria y pudieran votar y posicionarse ante los mencionados proyectos empresariales entre otras muchas acciones colectivas.

En definitiva, podría decir que siento a Berta Cáceres como parte de nuestro movimiento internacional de la EBC, y aprovechar el discurso y sus palabras del Premio Medioambiental Goldman de 2015 en el que aclamaba ¡Despertemos, despertemos humanidad ya no hay tiempo! para insistir en… es tiempo de un cambio de paradigma en nuestra economía y deberíamos, como ella, luchar por que la Economía del Bien Común sea una realidad más pronto que tarde y así evitemos asesinatos como el acaecido.

Autora: Begoña Pecharromán.